domingo, 25 de diciembre de 2016

Sueño expirado

En un infiero aterciopelado,
donde un grito vale más
que un abrazo entre donde
las palabras hirientes reinan.

Envidio aquellas estrellas,
que en lo alto parecen tranquilas,
cuanto todos juran
en un cielo todavía nublado.

Yo solo intento respirar,
que mis pulmones se llenen,
que mi corazón ralentice
las duras palpitaciones.

Un sudor frío resbala tentador,
rogando una vida nueva,
mientras me apuñala
la realidad y su indiferencia.

Exageraciones inexistentes,
-Pum pum-
Mientras mi pecho sube y baja,
-Pum pum-
Las manecillas del reloj
-TIC TAC-
Hacen que vaya más rápido.
-Pum pum, pum pum, pum pum-

Hasta que en un segundo,
el reloj se para a menos cinco,
ya no se escucha su sonido
ni tan siquiera mi ritmo.

Ya no hay aire que purifique,
se entrecierran mis pupilas,
Morfeo me arrulla entre
un sueño eterno en armonía.

viernes, 16 de diciembre de 2016

La lucha continúa



A loita continúa

No deserto dunha aurora rechiante,
que intenta amencer no teu soriso,
mentres a respiración volve a axitarse
co leve susurro dun paxaro e o seu silbido.

Bocas cosidas e ollos pechados con agulla,
a cor dun ceo gris oscuro como o fío,
labios cortados que non loitan e se rendiron,
palabras encadenadas no fondo mariño.

Entre o teu ollar verdoso e apagado,
atopei un tesouro mellor co ouro,
o brillo dunha estrela que estremecida
vibra o compás dun berro xordo.

Esquizofrenia mental do absurdo,
no mundo da soidade e discriminación,
miles de prexuízos adiantados
aínda sen nacer a nova xeración.

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 La lucha continúa

En el desierto de una aurora resonante,
que intenta amanecer en tu sonrisa,
mientras la respiración vuelve a agitarse
con el leve susurro de un pájaro y su melodía.

Bocas cosidas y ojos cerrados con aguja,
el color de un cielo gris oscuro como el hilo,
labios cortados que no luchan y se rindieron,
palabras encadenadas en el fondo marino.

Entre tu mirada verdosa y apagada,
hallé un tesoro mejor que el oro,
el brillo de una estrella que estremecida
vibra al compás de un grito sordo.

Esquizofrenia mental de lo absurdo,
en el mundo de soledad y discriminación,
miles de prejuícios adelantados
aún sin nacer la nueva generación.

martes, 6 de diciembre de 2016

Cambios



A miña cabeza aturdida por pensamentos,
e mentres falo ca memoria do incerto,
non sei que dicir nin facer,
non comprendo o que me está sucedendo.

Desganada e intercambiando sentimentos
co demo a ver se me devolve o tempo
perdido no extrarradio das lagunas
dalgún recordo ou erro cometido.

Pero non podo facer nada,
tan só me fai sentir extraña,
olvidada neste inferno de dudas absolutas,
ninguén me comprende ninguén me axuda.

Incomprendida por sorír sen ganas,
maltratada por una oscuridade que non entendo,
olvidada por quen quero ou me quería,
Será que lle pido moito a esta vida?

Se calaran escoitarían o silencio
que habita sen permiso no meu corazón,
quizá sea a idade que me cambia.
Ou quizá non.
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Mi cabeza aturdida por pensamientos,
y mientras hablo a la memoria de lo incierto,
no sé qué decir ni hacer,
no entiendo lo que me está sucediendo.

Desganada e intercambiando sentimientos
con el demonio a ver si me devuelve el tiempo
perdido en el extrarradio de las lagunas
de algún recuerdo o error cometido.

Pero no puedo hacer nada,
tan solo me hace sentir extraña,
olvidada en este infierno de dudas absolutas,
nadie me comprende, nadie me ayuda.

Incomprendida por sonreír sin ganas,
maltratada por una oscuridad que no entiendo,
olvidada por quien quiero o me quería,
¿Será que le pido mucho a la vida?

Si callaran escucharían el silencio
que habita sin permiso en mi corazón,
quizá sea la edad que me cambia.
O quizá no.

sábado, 3 de diciembre de 2016

Te ruego

Un café caliente entre mis manos,
mientras veo por la ventana reflejos
de pequeñas gotas de agua
que muestran mi cara como un espejo.
La guitarra apoyada muy cerca,
en cualquier momento solitario
me pongo a tocar cualquier cosa
que me haga olvidar el pasado.
-ese pasado que fue presente-
Y a veces fue bueno un abrazo,
una caricia que brota
de un gesto de cariño humano
que otras veces he rechazado.
-porque no soy de contacto-
Ese café se enfría en la mesa,
mientras apoyo la cabeza
entre las gotas de lluvia
y el cristal que me refleja.
-¿Quién eres tú?-
No lo sé, perdí mi existencia,
queriendo avivar mi fuego,
ese que en la retina me quema,
se me perdió entre palabras.
-¿Qué canción es esa?-
Los acordes que repito
en momentos que gana la pena,
y grito un sarcástico aleluya
cuando se me rompe una cuerda.
Vuelvo a dejar que el silencio,
invada mi habitación,
cojo el café casi frío
y me lo tomo por obligación.
-congelado, como mi corazón-
Mientras las luces tintinean,
imitando a las estrellas
voraces de preguntarme
qué se me pasa por la cabeza.
Recuerdos inútiles les contesto,
nada que la música no cure,
por eso toco con más fuerza,
para que Dios me escuche.
Para que arregle la cuerda,
y caliente otra vez mi café,
pedirle un corazón nuevo
y un nuevo amanecer.