Mientras ocurra

Mientras en mi cabello ondulado

puedas enredarte y perderte,

como en las dunas del desierto

con sus espejismos transparentes.

Mientras en mis pupilas esmeraldas

puedas contemplar las tuyas inertes,

como en el mar de tus ojos

mi cordura se desvanece.

Mientras el silencio calle tus palabras,

y mis labios puedan rozar tu boca

como la estela de un cometa

que arde entre dos lenguas que explotan.

Mientras el cielo llore entre mis pecas,

y  se diluya con los rayos del ocaso

como cuando me miras de reojo

y  nuestras miradas se cruzan sin esperarlo.

Mientras en mi sonrisa habite tu razón,

la tuya te la robaré por cada beso

como las gotas de lluvia cristalina

que se pierden en mar abierto

-ese de tus ojos-.

Mientras las curvas de mi cuerpo

puedas recorrer y perder la razón,

como un árbol que florece en primavera

y en otoño muda su flor.

Mientras todo esto ocurra entre dos almas,

no habrá mayor fuerza de choque,

como si dos lunares colisionasen

en mi espalda produciendo cosquillas su roce.

Estación sueños

Vivir plenitud de palabras sin sentido,
en sensaciones perdidas y rememoradas,
perderse en tres mil caminos
sin saber el destino que nos aguardan.
En la infinidad de lo sentido y de repetir,
en la piel de cualquiera con egoísmo,
si quieres te quedas o eliges partir
al bucle de memorias en que siempre ocurre lo mismo.
Es un sin sentido hablar de la nada,
aunque nos pone y nos atrae lo prohibido,
sin saber lo que espera detrás de nuestra espalda
acechando el miedo a lo desconocido.
Mezclando corazones de amores irrealistas,
rozando pieles que no son las propias,
apostando un all in al poker sin ser especialista
en la vida creando nuevas historias.
Y que más da que pierdas los sentidos,
que en el intento guardes en el cajón lo innecesario,
que se escape el tren por décimas en horarios alternativos
encontrarás otro hacia el país del olvido.
Forja el hierro de tu alma con acero puro,
haz que arda el cielo al amanecer,
solo tú tienes la brocha y el trazo es tuyo
solo tú agarrarás el lienzo donde claves tu pincel.
-Tú eres el maquinista que conduce el tren,
llévalo tan lejos hasta la estación Sueños,
no los hagas avión de papel
que el tiempo los arruga y se los lleva el viento-.

Triángulo pedernal

Se acercó sigilosa a su mejilla,
él apartó su mano,
ella insistió en sus caricias,
pero en sus ojos faltaba algo.
Miedo reflejado en su mirada,
ella intentó besar sus labios,
él se estremeció,
empezó hablando:
-He hecho algo terrible,
algo que no sé cómo ha pasado,
sabes que siempre te quise
pero ahora estoy dudando.
-Rubén, no te entiendo.
¿pero qué ha pasado?
Ella se le quedó mirando
el rostro del chico
oscureció como día nublado
y de repente dijo:
-Te juro que no sentí nada,
ni tan siquiera la deseo,
pero ayer con el sol del ocaso
amanecí en otro lecho.
De su rostro nació un riachuelo,
él lo acarició con tristeza,
ella solo quería llorar,
de dolor, de ultraje... de pena.
Pupilas dilatadas de incertidumbre,
ella entre sollozos se calla,
como puede, pronuncia su nombre
él esperanzado le abraza.
Ella le aparta y le dice:
-Te quiero porque es un hecho,
mis lágrimas lo demuestran sin disimular,
pero lo que hoy duele mañana sana,
al igual que tú, no te voy a perdonar.
El muchacho a punto de llorar,
respondió:
-Me iré si tu lo deseas,
no me verás más,
pero que sepas que te quiero
y nunca te volveré a fallar.
Ella entre risas sarcásticas y sollozos,
logró contestar:
-El necio que una vez en la piedra tropieza
en la misma mil veces vuelve a tropezar.

Poder ambíguo

Que absurdo puede sonar un momento,
en los labios de otra persona,
mientras tú piensas que fue perfecto
ella puede pensar otra cosa.
Todo tiene su punto de vista,
dependiendo de su ángulo proyectado,
puedes darle varios resultados válidos
visto por diferentes lados.
Pero la misma cara de una moneda,
puede ser cara o cruz teniendo en cuenta
que la cara es el rostro que sale en ella
o es el propio valor de la moneda.
Dependiendo del punto de reflexión,
un número circunscrito en el suelo
puede ser un nueve desde tu lado
pero desde el mío un seis, me reafirmo.
Y reflejado en un espejo,
las letras que tu escribas en papel,
demostrarán ante el que es su igual
que mágicamente están del revés.
Este es el poder de la ambigüedad,
tu opinión para ti estará bien,
pero respeta la de los demás.

Sin palabras

Una boca que se queda callada,
una vela que no ilumina nada,
cumplo años de pasada
y en el cielo una estrella más.
Miradas por la calle sin sentido,
palabras que se pierden en el miedo,
quiero salir y a veces me pierdo
sin saber de dónde partí.
Que laberinto eterno de almas,
amordazadas sin cuerda ni locura dicha,
más la mía habita en mi cabeza
sin remedio ni causa alguna.
Que torbellino de extrañas sensaciones,
amor y odio antítesis que podría ocurrir,
-una explosión de sabores-
yin y yan mezclados en en beso eterno.
Figuras circunscritas en un sueño,
un baile en la eternidad de mi corazón,
la hiedra que crece enredándome
justo al lado de tu pecho.
Revolotean mis luciérnagas dichosas,
donde un día reinaba el caos de mariposas,
mis ojos decían que querían volver a verte,
mientras te acercabas con tu mar inerte.
Pupilas azuladas o verdes,
bosque frondoso en llamas,
mar bravío apangando el fuego
que tu avivabas.
Y aquí estamos,
sin pronunciar ni una palabra,
y es que sobran habladurías
cuando el corazón siente
y la cabeza calla.
-Escucha el silencio
el también habla.

Verso turmalina

Segunda parte...

En el mar que esconde millas de incertidumbre,
somos náufragos del espacio caudaloso,
retinas azuladas y danzas del ocaso
cuando el sol aparece.
En lo frondoso del bosque de mis ideas,
buscando algo de propina de un café frío,
reflejo de pupilas esmeralda
inmóviles al compás de la afonía
que grita mi nombre.
En el paraíso simulado de los creyentes del todo,
los indulgentes que perdonan la razón del existir,
símbolos y memorias que a veces
solo son sátiras de uno mismo.
En las musas que se esconden de los impresionistas,
cuadros de lienzo fino en el cielo,
dibujando pequeñas nubes con los dedos
mientras arde el inframundo.
En lo profundo de un te quiero sincero,
besos que vuelan al dónde no regresan,
a veces repiten o se van las penas de todo un amorío
absurdo o alborotado.
En la nocturnidad de una mirada que dice todo,
tinieblas en palabras que callan demasiado,
libre albedrío con la oscuridad que oscila
entre dos almas.
En la danza de la luna y el sol,
traslación de la tierra midiendo el tiempo,
bailan y a la vez forman eclipse de dos
mientras la marea sigue arremetiendo.

Verso azabache

Primera parte...

En el oscuro pensamiento de lo negro,
esos suspiros que a nadie le importaron,
aquel viento que azotó alguna vez mi cara
al fin me estremeció.
En mi mente que se escucha ruido de carretera,
esos labios que alguna vez callaron,
cigarrillos quemados en la nada
que mi cabeza queman.
En un verso que no tiene rima ni letras,
esas palabras que rebotaron en las cabezas vacías,
silencios idiotizados por el estruendo de ciudades modernas.
En las copias baratas de tus recuerdos,
esas fotos subidas para nadie que nada esconden,
calles mojadas o secas solitarias
que esperan que las transite alguien.
En los números que pierdes en la memoria,
esos relojes que marcan tiempo y esperan,
segundos malgastados y horas echas minutos
en la esquina de la calle del letargo.
En la música creada por la naturaleza,
sin instrumento ni ritmo simple sinfonía,
corcheas perdidas en lo lejano de un amplio desierto
esperando que las encuentre el pianista.
En la belleza de lo cuerdo o de lo prohibido,
esas propuestas que carecen de sentido y orientación,
pierden norte y sur en el camino
o simplemente buscan la locura sonriendo.
En el universo que habita una simple estrella,
el candelabro de un anciano solitario,
se asemeja el cielo nocturno y tranquilo
miles de luciérnagas que iluminan cual firmamento.

Continuará...

Brillo solar

Camino por la Luna descalza,
con la esperanza de encontrarme
en otro universo paralelo
dónde nuestras almas no callen.
Que cobarde grita la valentía,
cuando nadie cree en ti,
cuando consigues un sueño
con habilidad y sin mentir.

Y por eso ya no veo más estrellas,
veo delante mía a la más bella,
será que mi amor es interestelar
o solo quiero que mi sol vuelva a brillar.

Pero como la tierra sigue girando,
como los planetas se alinean,
y los aros de Saturno colocados
en mi cabeza con estrategia.
Me mareo con facilidad,
sigo pensando cómo viajar,
regresar al mismo sol
sin convertirme en destello lunar.

Y por eso ya no veo más estrellas,
veo delante mía a la más bella,
será que mi amor es interestelar
o solo quiero que mi sol vuelva a brillar.

Tanta velocidad me quema, 
fosilizada con el cometa,
recorrido de un astro
que deja a su paso polvo y estela.
Ya tengo el miedo en los ojos,
llegué a rozar el mismo sol,
y me encontré con una lunática,
esa que me robó el corazón.

Y por eso ya no veo más estrellas,
veo delante mía a la más bella,
será que mi amor es interestelar
al fin mi sol vuelve a brillar.
-Tú y nadie más-.