Es Amor

¿Qué es eso que aflora de mi corazón?
Me hace temblar y sentir debilidad,
¿por qué la veo y mi boca no habla?
será que tu belleza me hace callar.
Enmudeció mi propia vida
al verte por primera vez,
danzan las musas y las poesías,
¿Dios mío, qué me pasa?
Retorno quizás a la niñez.
Mi mente se enreda en tu pelo,
la vista se me clava en tu cintura,
me desvelo pensando en tus labios,
¿Pero qué es esto que me incita a la locura?
Me presiona el pecho,
y la frecuencia cardíaca se acelera,
siento miedo y ligereza
hasta el alma me aprieta.
¿Qué has hecho en mi cabeza?
Desordenas las ideas,
arremetes olas de calor,
enrojeces las mejillas
y pierdes mi razón.
Miradas lascivas, verde acaricia marrón,
pupilas dilatadas y timidez,
¿qué es lo que me grita a tocar tu piel?
¿Qué eriza mi piel al escuchar tu voz?
-déjate llevar, piérdete en él,
eso que sientes es Amor-.

Manzanas prohibidas

¿En el edén qué pasaría si Dios creara dos cuerpos de igual simetría? Sin necesidad de Adán y su costilla. Como dos polos positivos que se atraen en armonía. Dejarían de lamentarse las cohibidas si el árbol del fruto intocable compartiera su manzana prohibida. Dos versos de la misma antología, creadas para rimar en la vida. En su vientre la analogía que explicaría la nada. Él las amaría. Las almas se reclaman en su lejanía, no los genitales que son simple anatomía. ¿Por qué no pueden amarse, ser algo más que amigas? La sociedad no entiende de críticas. Dejad sonar las corcheas de la misma sinfonía. Sin ellas no habría melodía.

Falso amigo

-¿De qué te sirve auto convencerte?,
¿de qué sirve enamorarse
y sentir otro ser
si no puedes sentir su piel?.- dijo él.
-Sus manos jamás
danzarán junto a las mías,
me consume la soledad
y me desprecia la vida. Caigo y me levanto,
tierra en las heridas
y no sé como callar
la lenta agonía.
Y me quedo afónica,
grito su nombre al silencio,
tantas noches de amargura y luego pienso...
¿De qué me sirve amar?
Ya ni lo intento.
Carpe diem tatuado en mi mente,
vivo el momento
pero hace tiempo
que me abandonó la suerte.
Sus benditas imperfecciones
que me vuelven loca,
le vuelven vulnerable.
¡Que idiota!
Ojalá el viento me ayude,
me empuje a sus brazos,
y pueda besar su boca
en algún arrebato.
Su sabor sin agravios,
¿Sabrá amar a esta loca?
Porque yo ya lo estoy deseando.
Soltarse y emborracharnos.
¿Quién mentirá para amarme?
¿Quién dirá la verdad entre mis labios?-dije yo.
-quién se arriesgue a probarlos.- contestó el Diablo.

Finita mortalidad

Al fin la puedo ver,
me devora con su lasciva mirada,
¿dime qué te hace tanta gracia?
Será que mantengo la esperanza.
Que ojos negros y brillantes,
gran aporte tu sonrisa falsa,
no temo que me beses,
si después tus labios no me matan.
-Lo harás de otra forma-.
Expiro el último suspiro,
todo el aire que me queda,
mis púlmones se ahogan
y mi pulso se acelera.
Hazlo ya o no lo hagas nunca,
mi mente tambalea al suelo,
llévate de mí lo prohibido
y lo que nunca he hecho.
Adelante, bésame y huye,
la cobardía se te da muy bien,
valiente cuando actúas
tan insegura al desaparecer.
Tiñes tu cuerpo de negro,
y mis labios de amarga miel,
espero que volvamos a vernos
pronto huelo el aroma de tu piel.
Los colores del acoíris
se disipan en mi retina,
recuerdos que desaparecen,
entre sus manos, mi vida.
Corazón perdido y ausente,
no somos tan diferentes,
antes me sentía tan sola
ahora me acompaña la Muerte.

Mientras tanto espero
a la entrada del inframundo,
me enamoré del mismo demonio,
-mi vivo reflejo, siempre oscuro.-

Sueño azul

En el medio de los robles,
hablando claro al cielo continente,
sueño azul de claro bosque.
Siendo tu o siendo yo,
viviendo esa verdad ilegítima por ambos.
En ese mar que arremete
olas de incertidumbre
los viejos océanos de tu mirada
en las montañas de la mia
iris de letargo de agonía.
Miro tus ojos callando a los árboles,
admiro la lejanía de tu mano,
pienso en este mar verde que nos separa.
¿Hablan claro los robles
al ver mi mirada?
El fuego que arde en mi interior...
intentando comprender el idioma de tus ojos.
El viento que azota nuestras palabras
susurro de huracán en los labios,
¿Quién soy yo para callar
el ruido de tu silencio?
La cordura me ha vendido,
me empuja al más bajo abismo.
Los aleteos de la mariposa
interrumpiendo nuestras palabras...
Rompo la magia
en el momento que doi un paso adelante.
Queriendo saber que sera de los dos.
Empujando mi voz
allá, donde quiera que esté el cielo.
Los elementos de la naturaleza,
el fuego que habita en tus pupilas,
aire que desorienta mi cabeza,
tierra que aún nos queda por sembrar.
Fueron lejos los lamentos,
ahora nos queda esperar al tiempo.
Tiempo que llenar de nuevos versos con sabor a miel.
Tiempo que dice, más que suspira,
tiempo que roba al tiempo
un último beso.
Como yo te robo a ti un último te quiero,
un último día, hora, minuto o segundo,
con tal de vivir ese beso.
¿Quién soy yo para merecerlo?
Yo solo quiero probar
el sabor dulce de tu ser.
Amargas ya son las noches
sin tenerte, Dios sabe cuando
podré darte ese beso que ansías tanto.
Se fugará el amor otra fría mañana,
se dirá que no, a girar la ruleta.
Se dirán tantas cosas que sobrarán las exiplaciones.
Yo queriendo sentirme entre tus brazos
y tú... sigues siendo tú.
Llena de misterios que ni el tiempo absuelve.
Así es, yo soy yo y la nada es la nada.
Juegas con mis demonios sin espada.
Espero que los entiendas,
que llegues a entender que soy así.
Que me quieras, como ahora, pero con mi locura imperfecta.
Siento la brisa en mi cara,
el viento juega con las ramas,
haciendo obras que nadie comprende.
Mírame a los ojos y dime que es la aurora,
explicame el universo,
arregla esto y volemos de nuevo.
El tiempo se acaba y temo que te vayas.
Somos esa poesía que oscila
contra los astros del universo,
¿qué más quieres que te diga,
si el viento con su movimiento
me invita a recorrer tu pelo?
Y el mio se enreda en nuestra cama.
Yo no me iré, pero tu tampoco te vayas.
Vuela otra vez mi cuerpo en llamas,
dejame recorrer otra vez tu pecho,
acampar en tus labios en esta expedición a lo prohibido,
sentir que eo tiempo se para
y no hay más que un ser,
unido, ardiendo a la cama.
Juntémonos cuantas veces quieras,
formemos eclipse de unión.
Sol y luna en melodía.
Luz y oscuridad en la misma habitación.
Que nos escuche el tiempo,
respiraciones agitadas de pasión.
Sonando ese compas único
de eternas melodías,
susurrandole a la nada que te quiero,
viendo tus ojos y sonrojandome como el primer dia...
Y te sigo viendo... sin saber interpretar tu sonrisa.

Escrito con Sergio Rodríguez.

Memorias vacías

¿Recuerdas esas noches de soledad? Cómo te vas a acordar si nunca te paraste a pensar en lo que sentía. Y yo pensando que ibas a volver algún día. Mi corazón fue quién pagó todo lo malo, ya no sé si palpita o sigue temblando. Eres un mentiroso de besos con toque a incertidumbre y certeza. Sentados a la luz de la Luna tomando una cerveza, silenciaba la cordura. Que tonta he sido por no verlo desde el principio. Me arrepiento de haber visto en tus ojos lo verídico, que estúpida fui creyendo los océanos que esclavizaban los míos. Las luciérnagas se han adueñado de mi habitación, han sabido dar luz a mi vida, cosa que tú no. Llegué tarde para reprocharte alguna solución, necesitábamos más palabras que sexo de reconciliación.
Estoy bien asentada en ningún sitio, enamorada de nada y de tus labios sabor prohibido.

Quizá poesía

Me miro en el espejo,
reflejos de decepción.
como adoras ver su sonrisa,
-me grita el amor.-
Todo de ti es perfecto
hasta las arrugas
que se forman en tu nariz,
el alcohol y tu carmín.
Ven a decirme te quiero,
a susurrarme en los labios
lo que yo nunca puedo.
-quizá con besos caducados.-
Clávame tu pupila en la mía,
deja que ardan en sinfonía.
Quizá juntos formemos poesía,
¿sigues el sonido de mi melodía?
Acude al tempus fugit,
deja que la nieve se derrita
y que mis ojos lluevan,
aviso: la flor sin agua marchita.
El corazón se acelera,
las miradas se pierden
y todas las palabras vuelan
mientras mis versos mueren.

Libertad inexplicable

¿Cómo debo explicar con palabras lo que compone la libertad? La palabra abstracta que nos hace tan humanos, de la propia sinceridad que habita en mi interior y que apenas puedo pronunciar. Y es que suena tan precipitado que el silencio de mi vida haya por fin hablado. Que los mares más azules hayan llegado por fin a las montañas más altas de mis cabos. Y es que tu pupila azul cristalina se me clava cada día en la mía cual bala perdida entre tantas otras, tú quizás no puedas fijarte en la pradera de mis ojos verde espina, como la rosa que nace en mi corazón enredándose con la propia esencia del amor. Ven, y búscame en el laberinto de tus labios que nunca encuentro porque no entiendo la fuerza que me incita a besarlos. Me perdí en ese espacio inmenso que se extiende por tu iris mar inerte, yo soy ese barquito que navega en él con la fuerza de la corriente, esa que me atrae al verte. A conocer tu alma en el reflejo más indolente. Tus ojos el reflejo que componen las melodías más sinceras de mi pentagrama circunscrito en mis labios, cada noche suena al son de mi guitarra al querer probarlos.

Incontrolable deseo

Autocontrol de deseo y suspiros,

ya he perdido la cabeza,

juegas con los vuelos de mi falda

creo que muero de impaciencia.

Necesito sentir lo contenido,

déjate llevar por lo inmoral,

insaciable lujuria de sonrisas

juntémonos en lecho carnal.

Llegó nuestro momento,

perversos como nadie,

sábanas de satén y lencería

juega conmigo, adelante.

Caricias y roces de piel,

respiraciones agitadas,

y la nada escucha y mira,

gemidos, manos entrelazadas.

Perdí la noción del tiempo,

ojos cerrados y mordiscos,

si se enterasen, hay Dios…

¡Simples juegos de niños!

Que no diga nada la luna,

es absurdo tocar el cielo,

que el silencio calle su mirada,

-que guarde nuestro secreto-.

Un beso más y te tiro del labio,

la melodía sigue sonando,

mi corazón late tan deprisa

el orgasmo debe frenarlo.

Espacio temporal

Siento el caminar del alma

cuando me maldigo

o me quedo quieta esperando

el abrazo de algún amigo.

E intento que la vida

no me arrastre con sus garras

a alguna parte donde

la tormenta no amaina.

Espero la corriente nerviosa 

de tus dendritas que orbitan

en mi cabeza junto a las mías,

se ven infinitas.

Y el agua que recorre

la pradera verde de mi iris

mientras en el tuyo el mar

parece feliz con su propio arcoíris.

Transparentes labios

marcados por tu carmín rojo pálido

que palidece la melodía del violín

que parecía olvidado.

Simples cuestiones

de una mente perturbada

lágrimas prohibidas

y sin razón desenfrenadas.

Me escabullo de la realidad

con una copa de alcohol

y perdiendo cordura

con el cuarto chupito de amor.

Líquidos inflamables

que queman gargantas,

recuerdos y las penas huyen solas,

sin ayuda del viento,

que con su movimiento,

marea mi futuro y me agobia.

Vivo en continua lucha de pensamientos,

oxígeno y veneno respiro

cuando nos observan las estrellas,

como se admira su belleza
cuando no se es bella.

Pequeña locura

Desde tiempos remotos,

Mi inocente niñez quizá,

No asomó un te quiero

De los labios de mi papá.

Los días pasaban rápido,

No perdía el tiempo,

Quería poder escuchar

Algo más que el viento.

Era pequeña pero no tonta,

Los problemas surgieron,

Nuestras vidas apostadas

Al azar sádico del tiempo.

Éste no tardó en encontrarme,

Recuerdo muecas y lágrimas,

Dolores incomprensibles

En mi corazón lleno de llagas.

Pronto mente suicida,

Demasiados recuerdos,

Rabia con eco de alcohol

En ojos totalmente muertos.

Crecí imitando a la muerte,

Frío recubriendo oscuridad,

Mientras en mi mente

Monstruos y tempestad.

Necesitaba apoyo moral,

Me estaba perdiendo,

No conocía el bien o el mal

Ni tan siquiera mis miedos.

-¿Tanto pedía la pequeña?,

No entendía la tristeza,

Soñaba con volar

Lejos de su cabeza.

Comprendió rápido,

En una vida con suturas,

No todo está perdido

Si recurres a la locura.-

Belleza lunática

Silencios de tentación en los labios,
lenguas danzantes y sinceras,
sonrisas de complicidad
que ahora se lamentan.
Y es cuando todo gira por ti.
café a las doce y amargo,
el reloj debe seguir
las agujas marcan el letargo.
Curvas tan perfectas,
roba brillo sin necesitar,
a veces eres imperfecta,
belleza interestelar.
Perdiendo el norte y el sur,
te busco en la oscuridad,
oyes susurros de plegarias
con eco en la imensidad.
Una vez más la cordura calla,
que ruídos el de tus pupilas,
pensamientos inquietos
como locura de mar en la orilla.
Silueta a la reflexión del sol,
tú que naciste nocturna,
tan bello símil sería
compararte con la Luna.

Acción reacción

Fui una flor arrancada por sus pétalos,

fui una poeta condenada por sus versos,

fui una corchea marcada por su silencio,

fui una pincelada errónea en tu lienzo,

fui el loco que por ti se volvió cuerdo,

fui un día nublado que nunca contuvo viento,

fui una rama intentando llegar al cielo,

fui el ángel expulsado al mismo infierno,

fui un suspiro esquivando beso y beso,

fui el verano aunque me sintiera invierno,

fui el paradigma que tan solo era un sueño,

fui una caricia áspera de tu cuerpo...

Fui tantas cosas creyendo serlo todo, 

que me perdí en la nada de algún modo.

Significas libertad

Siento las costuras de las yagas más profundas, al fin puedo sentir aunque sea dolor, el palpitar concurrente de mi pobre corazón. Ya es tarde para elegir otro destino que no sea mi vida, me he perdido en el bosque de tu pelo y no encuentro el punto de partida. Ayúdame a salir de este pozo insondable de agonía que recorre mi mente día tras día, por favor, llévame en tus sueños cual viento insensato que azota en nuestra mirada. El silencio se apodera de mi boca sin pronunciar palabra, soy buena escritora de la nada. Porque nada habita en mi cama, porque soy la espada con la que mataré cada uno de los monstruos que invaden nuestra calma. Te suplico que me entiendas cuando grito tu nombre al pié de la montaña desesperada. Así estoy, últimamente ya no puedo respirar de nuevo con normalidad, ya escribo palabras sueltas que no sé su significado en tu libertad.