miércoles, 27 de julio de 2016

Falso amigo

-¿De qué te sirve auto convencerte?,
¿de qué sirve enamorarse
y sentir otro ser
si no puedes sentir su piel?.- dijo él.
-Sus manos jamás
danzarán junto a las mías,
me consume la soledad
y me desprecia la vida. Caigo y me levanto,
tierra en las heridas
y no sé como callar
la lenta agonía.
Y me quedo afónica,
grito su nombre al silencio,
tantas noches de amargura y luego pienso...
¿De qué me sirve amar?
Ya ni lo intento.
Carpe diem tatuado en mi mente,
vivo el momento
pero hace tiempo
que me abandonó la suerte.
Sus benditas imperfecciones
que me vuelven loca,
le vuelven vulnerable.
¡Que idiota!
Ojalá el viento me ayude,
me empuje a sus brazos,
y pueda besar su boca
en algún arrebato.
Su sabor sin agravios,
¿Sabrá amar a esta loca?
Porque yo ya lo estoy deseando.
Soltarse y emborracharnos.
¿Quién mentirá para amarme?
¿Quién dirá la verdad entre mis labios?-dije yo.
-quién se arriesgue a probarlos.- contestó el Diablo.

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