lunes, 25 de julio de 2016

Sueño azul

En el medio de los robles,
hablando claro al cielo continente,
sueño azul de claro bosque.
Siendo tu o siendo yo,
viviendo esa verdad ilegítima por ambos.
En ese mar que arremete
olas de incertidumbre
los viejos océanos de tu mirada
en las montañas de la mia
iris de letargo de agonía.
Miro tus ojos callando a los árboles,
admiro la lejanía de tu mano,
pienso en este mar verde que nos separa.
¿Hablan claro los robles
al ver mi mirada?
El fuego que arde en mi interior...
intentando comprender el idioma de tus ojos.
El viento que azota nuestras palabras
susurro de huracán en los labios,
¿Quién soy yo para callar
el ruido de tu silencio?
La cordura me ha vendido,
me empuja al más bajo abismo.
Los aleteos de la mariposa
interrumpiendo nuestras palabras...
Rompo la magia
en el momento que doi un paso adelante.
Queriendo saber que sera de los dos.
Empujando mi voz
allá, donde quiera que esté el cielo.
Los elementos de la naturaleza,
el fuego que habita en tus pupilas,
aire que desorienta mi cabeza,
tierra que aún nos queda por sembrar.
Fueron lejos los lamentos,
ahora nos queda esperar al tiempo.
Tiempo que llenar de nuevos versos con sabor a miel.
Tiempo que dice, más que suspira,
tiempo que roba al tiempo
un último beso.
Como yo te robo a ti un último te quiero,
un último día, hora, minuto o segundo,
con tal de vivir ese beso.
¿Quién soy yo para merecerlo?
Yo solo quiero probar
el sabor dulce de tu ser.
Amargas ya son las noches
sin tenerte, Dios sabe cuando
podré darte ese beso que ansías tanto.
Se fugará el amor otra fría mañana,
se dirá que no, a girar la ruleta.
Se dirán tantas cosas que sobrarán las exiplaciones.
Yo queriendo sentirme entre tus brazos
y tú... sigues siendo tú.
Llena de misterios que ni el tiempo absuelve.
Así es, yo soy yo y la nada es la nada.
Juegas con mis demonios sin espada.
Espero que los entiendas,
que llegues a entender que soy así.
Que me quieras, como ahora, pero con mi locura imperfecta.
Siento la brisa en mi cara,
el viento juega con las ramas,
haciendo obras que nadie comprende.
Mírame a los ojos y dime que es la aurora,
explicame el universo,
arregla esto y volemos de nuevo.
El tiempo se acaba y temo que te vayas.
Somos esa poesía que oscila
contra los astros del universo,
¿qué más quieres que te diga,
si el viento con su movimiento
me invita a recorrer tu pelo?
Y el mio se enreda en nuestra cama.
Yo no me iré, pero tu tampoco te vayas.
Vuela otra vez mi cuerpo en llamas,
dejame recorrer otra vez tu pecho,
acampar en tus labios en esta expedición a lo prohibido,
sentir que eo tiempo se para
y no hay más que un ser,
unido, ardiendo a la cama.
Juntémonos cuantas veces quieras,
formemos eclipse de unión.
Sol y luna en melodía.
Luz y oscuridad en la misma habitación.
Que nos escuche el tiempo,
respiraciones agitadas de pasión.
Sonando ese compas único
de eternas melodías,
susurrandole a la nada que te quiero,
viendo tus ojos y sonrojandome como el primer dia...
Y te sigo viendo... sin saber interpretar tu sonrisa.

Escrito con Sergio Rodríguez.

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