martes, 21 de febrero de 2017

Estacional

Pobre la niña que llora
y la mujer que baila sola,
¿quién calmará su llanto
y danzará entre las olas?

Entre su vestido veraniego
el otoño amenaza con salir
mientras llueve en sus ojos,
en su pelo florecen rosas carmesí.

Así el sol se esconde,
tras las nubes grisáceas,
la muchacha enamorada
solo siente dolor y rabia.

Un invierno brota de su pecho,
y el hielo se vuelve más frío,
y en su lecho nace una risa
perdida entre los helechos.

Goteando su corazón,
renacen flores rojas y amarillas,
el cielo despejado y manso.
La niña ya no es la misma.

Así las estaciones cambian,
y el tren recorre sus labios,
constelaciones en su espalda
forman las vías del espacio.

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