viernes, 17 de febrero de 2017

Vive siempre

Hoy no voy a escribir con rima, ni a respetar las reglas de una poesía perfecta. Hoy quiero dedicarme a soltar todo el lastre que llevo desde hace mucho tiempo y que sé que muchas personas llevan también (sean los mismos o diferentes). Porque pierdo energía por cada recuerdo o tropiezo que cometo. Y si lo hago es por y para aprender a seguir adelante. Nadie entiende lo que vivo más que yo misma, y cómo lo vivo es cosa mía. Que aunque suene duro, a lo mejor mañana ya no estoy sonriendo, respirando o quien sabe, existiendo. Quiero vivir al límite, rompiendo reglas, haciendo de cada segundo una nueva experiencia, porque no quiero dejar esta vida sin reventarla completamente. ¿Quién me asegura la cordura si quiero enloquecer? A quién no le interese vivir, o no sepa tan siquiera cómo... Solo le digo que deje de pensar, que deje de importarle todo aquello que no le concierne, y si es su problema llora, ríete y sigue. Porque nada es tan satisfactorio que levantarse con más ganas de vivir cuando te arrodillas del cansancio en el suelo. Insomnio, dolor, odio... Es lastre que no deja avanzar al barco, perdona a cualquier persona que te haya causado un dolor agudo, porque si fue dolor y te sentó mal, antes de eso seguro que con esa persona reíste mucho. Si quieres reventar la pared a cabezazos, hazlo, si quieres pegarle un puñetazo al muro, hazlo. Pero no te lleves por delante a quién no tiene la culpa. Para algo es tu vida, tu forma de pensar, tus normas, tus sentimientos... ES TUYA.

Ámate infinitamente, porque ni el cuerpo ni el alma tienen medidas ni peso. ¿Qué más da? Disfruta de lo que te llena, lo que te hace feliz... De todo aquello que a lo mejor otra persona no entiende pero tú sí. Apóyate en los amigos de verdad, en la música, o la poesía, en la danza, en el deporte... Lo que quieras. Para eso elijes tú. Pero no pierdas el tiempo siendo egoísta, amargo, repugnante, estúpido... No sabes lo bien que se siente uno al hacer a otra persona reír esté o no esté mal. De verdad que no merece la pena odiar a la humanidad por ser como es, aprende a captar las diferencias que componen a cada uno. Eso es lo que verdaderamente nos hace únicos e irremplazables y merece la pena conocer. Por eso no hay motivo para odiar, ni para discriminar, ni para nada. Tan solo de conocer día a día a diferentes personas, diferentes puntos de vista, diferentes pespectivas que cada uno tiene sobre una misma cosa. El futuro lo creas tú, pero si intentas escribirlo ahora, perderás el presente. Carpe Diem.

VIVE. ¡NUNCA DEJÉS DE VIVIR! (ni por nada, ni por nadie).

Vagalume :3

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