Cae la noche entre los dos,
pido que no se termine,
quiero quedarme contigo
hasta que el sol germine.
Florecen flores al rededor,
la escacha que ya se derrite,
el tiempo hace rato se ha perdido,
la misma historia se repite.
Tiro suavemente de tu pelo,
mientras me busca la luna,
no quiero irme, todavía no,
el silencio me roba la cordura.
Aunque me suicide en cada esquina,
perdiéndome en tu boca,
-tú me mantienes despierta-
cuerpos entrelazados,
besos pendientes
embriagada por tu aroma.
Que absurdo parece,
desde el levante las estrellas se desvanecen,
¿dónde me encuentro?
Lo único que escucho es el viento.
-Sudorosa y en mi cama,
mi pelo enredado en la nada,
¿cómo he llegado hasta aquí?
Copas, delirios y demasiadas palabras.-
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