lunes, 1 de agosto de 2016

Un minuto

Estoy un poco perdida en la inmensidad de la vida. Que corta se puede hacer una respiración profunda para necesitar más, o que una lágrima desencadene las cataratas de tristeza o felicidad. Un beso puede durar milésimas y con su roce crea un viaje interestelar por el universo que se esconde en alguna parte. Un minuto puede ser un mundo esperando algo que ansías y aún así siguen siendo esos sesenta segundos de incertidumbre. Un café puede ser reconfortante o aburrido dependiendo de con quién te encuentres. Un tren que para sobre las tres de la madrugada en algún lugar perdido, nadie sabe que dos almas buscan mutuamente desesperadas su abrigo.
Yo solo sé que gracias al tren de las tres, me invitaste a un café que no tomamos juntos. Un minuto para besarnos sin que se enterase el mundo y volver al tren... Y ahora podría estar contigo, pero el minuto seguirían siendo sesenta segundos y nuestro reloj perdió sus números.

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